jueves, 17 de noviembre de 2016

Si no quiero un vínculo de laboratorio con mi hijo…

Sabemos muchas cosas actualmente sobre qué es lo mejor para los niños y de qué modo será mejor relacionarse con ellos. Existen muchas páginas y blogs, que dan información y datos que son de gran relevancia para los padres, madres, abuelos, cuidadores. Existen talleres de preparación y formación en crianza que son importantes.

Pero hay un elemento que es primordial: la autenticidad en el vínculo, la experiencia relacional confiable y espontánea. Quiero señalar con esto, que no tendrá el mismo efecto en la crianza, un vínculo con padres, que viven la relación con el hijo de un modo experimental, como estando en un laboratorio permanentemente, disociados entre su modo de vivir, de pensar y de educar, repitiendo frases o teorías a las que adhieren pero que no aplican de modo auténtico, acorde a su modo de ser, a su estilo vincular, a sus modos internos de relación, que aquellos que sepan de sí mismos y de sus motivaciones más íntimas. Para que los adultos encargados de la crianza puedan dejar de estar disociados, es importante el trabajo interno, como decíamos en posts anteriores, analizar los propios modelos de apego y relacionales de los padres, madres, cuidadores, y las características de sus hijos. De este modo podrán desplegar una experiencia vincular a medida de cada unidad relacional y seguramente podrá ser más placentera. 

Lic. María Elena De Filpo Beascoechea
Licencia: Todos los derechos reservados

Ilustración: "El saber científico", de Harriet Moore
Licencia pública


Consulta Orientación a Madres/Padres:  al Tel: 91 314 3141 o Móvil: 650 668 663 (Madrid. España).

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domingo, 15 de mayo de 2016

Dibujando


El dibujo es una forma de expresión, un lenguaje particular que permite representar lo vivenciado. Esta posibilidad de representación simbólica es producto del encuentro entre los deseos y motivaciones del sujeto, sus defensas, las angustias, el tipo de pensamiento predominante y el funcionamiento psíquico. Lo más importante en el análisis del dibujo dentro de un tratamiento psicoanalítico, es que se haga en referencia a la historia particular de cada sujeto, ya que existen interpretaciones en base a simbolismos universales, que no son rigurosos con la singularidad. El dibujo nos proporciona datos evolutivos del psiquismo del paciente. Pero no sólo el dibujo en sí, sino y sobre todo, los gestos, las secuencias, y el dibujo como acto del paciente que dibuja.  Esta expresión simbólica es una vía regia de acceso al inconsciente. Además, el dibujo no es sólo un efecto de un psiquismo determinado, sino que también puede crear psiquismo y complejización psíquica. Por ello es tan importante que los niños dibujen, porque expresan creando y crean expresando.
A dibujar!!!!!
Lic. María Elena De Filpo Beascoechea


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Fotografía: Mariela De Filpo Beascoechea
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sábado, 23 de abril de 2016

Jugando



Quiero que pensemos sobre el juego poniendo el foco en el gerundio: jugando, la acción, el hacer. El juego implica hacer. Es un hacer que se inscribe en un espacio y un tiempo, que permite elevarnos a otro lugar, pero sabiendo que estamos limitados por unos bordes que a la vez dan alas para salirse de ellos, sin saber a dónde llegaremos. Veamos a un niño jugar: su juego no se da en el aire, sino que hay un tiempo en el que el juego transcurre, un espacio donde se despliega la actividad y elementos imaginarios, o concretos que hacen de materia. Una forma de entender el juego sería como una actividad sin mandatos, con la cualidad de la libertad. Para que los niños puedan jugar libremente, deben sentirse seguros, en presencia de un ambiente que lo contenga, un orden externo que permita su libertad interna. El tiempo del juego es un aquí y ahora, es un tiempo espontáneo. Una buena forma de acompañar o de jugar con un niño, es participar de las reglas que, ya sean explícitas o implícitas, hacen que uno esté dentro o fuera de él. Lo importante para el niño, es que no minimicemos el valor de esas reglas, podemos respetarlas o transgredirlas, pero nunca ignorarlas. Porque jugando el niño está realizando una actividad para él muy seria! teniendo su juego, una finalidad infinitamente impredecible. Les propongo que se tomen el trabajo de verlos jugar, de acompañar su juego, sin imposiciones, sin prisas, sin ordenarles objetivos, y vivirán una experiencia regresiva, a aquellos años infantiles, donde penetrábamos en un mundo seguro pero incierto, conocido pero sorpresivo, poblado de personajes amables y otros temidos, pero, sobre todo, un mundo placentero! 


Lic. María Elena De Filpo Beascoechea 


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martes, 1 de marzo de 2016

Red de Buenos Tratos

“…proporcionar cuidados y buen trato es tan indispensable para la supervivencia como otras funciones vitales”. Jorge Barudy

Crear contextos intrafamiliares, sociales y culturales basados en la producción de entramados de cuidado y buenos tratos, es responsabilidad de los adultos. Estos contextos garantizan el bien-estar infantil. Pero, así como apoyamos la idea de crear contextos sanos para los niños, debemos generar cultura del cuidado y buenos tratos para y hacia los adultos responsables de la crianza, cuidado y educación de los infantes.
Generar redes de apoyo, cuidado, contención para la crianza es fundamental, ya que si el adulto responsable del niño, está cuidado, tiene espacios de análisis de sus propias ansiedades, miedos, angustias, expectativas, etc, podrá estar en mejores condiciones para ejercer su rol y en el circuito relacional con el bebé/niño, mejorarán las interacciones que siempre son condicionantes mutuamente.
El foco de observación e intervención, que hasta ahora estuvo puesto en los niños de la díada, ahora debemos ponerlo en la díada misma,.Tanto el niño como el cuidador, deben recibir buen trato y cuidados, siendo así también importante mantener activa la consciencia sobre lo que sienten y sobre lo que hacen los adultos para poder ofrecer mejor calidad de cuidado al infante.
En Proyecto Piuquén abrimos un espacio de trabajo con padres/madres/cuidadores, para analizar estos aspectos importantes para la crianza.
            
Consultar al Tel: 91 314 3141 o Móvil: 650 668 663 (Madrid. España).
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Fotografía: "Red de Buenos Tratos" 
Autora: Mariela De Filpo Beascoechea. Copyright.


martes, 23 de febrero de 2016

La capacidad de estar solo o a solas

La capacidad de una persona de estar solo o a solas, es un logro a construir con la ayuda de los intercambios relacionales cuando somos infantes. Winnicott nos habla de esta capacidad, que aparece después del establecimiento de las relaciones bipersonales. La experiencia básica para lograrla, es la experiencia de estar a solas, en la infancia y la niñez, en presencia de la madre (llamamos madres a quien ejerza de cuidador del niño) sostenedora y confiable, equivalente a un ambiente con esas características. Es una experiencia de relacionalidad del yo (relación entre dos, donde uno está a solas) La madre, el padre o cuidador/a está disponible, y permite al niño estar a solas en su presencia confiable, posibilitando experienciar (término que intenta nombrar la experiencia tomando en cuenta las variables tiempo y continuidad) una soledad sin tensión. 
Lic. María Elena De Filpo Beascoechea
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Fotografía: Mariela De Filpo Beascoechea
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viernes, 12 de febrero de 2016

Los modelos de funcionamiento interno sobre el cuidado


Los bebés dependen completamente de los cuidados del adulto. Es muy importante para ellos comprender cómo funciona el cuidado.
Así como veníamos diciendo en spost anteriores, que los bebés van aprendiendo a lo largo de la experiencia, que las personas actúan de diferente manera porque hay distintas mentes, así también, van desarrollando modelos de funcionamiento interno de cómo les van a responder las personas. Son los mapas causales del cuidado.
Los bebés seguros, aprenderán por la experiencia, que el adulto acudirá en su ayuda para hacer que se sientan mejor, porque sus cuidadores habrán respondido rápidamente consolándolos cuando estuvieron tristes.
Los bebés que llamamos evitativos o evasivos, aprenderán a no causar problemas al adulto y por tanto tratarán de no expresar la angustia, porque sus cuidadores probablemente no han reaccionado con  consuelo a la angustia del bebé.
Los bebés ansiosos, dudan de la efectividad de la conducta adulta para calmarlos porque probablemente sus cuidadores han respondido con mucha angustia ellos mismos ante la angustia del bebé. Por todo ello, es tan importante la información que el bebé va adquiriendo sobre la gente que lo rodea.
Estos aprendizajes se darán por tener madres, padres o cuidadores con determinadas capacidades parentales y características para vincularse que dependerán también de sus propios esquemas referenciales, experiencias con sus cuidadores y el tipo de apego que han desarrollado. Por ello decíamos anteriormente, que es interesante el trabajo sobre los modelos de apego de los cuidadores para mejorar la crianza. Cuidadores que respondan más o menos rápidamente o efectivamente a las señales de angustia del bebé, proporcionarán una experiencia diferente que hará que un bebé tenga un tipo de apego seguro, evitativo o ansioso con ese cuidador, y un tipo de apego  diferente al que mantenga con otra persona significativa. 
Con esta información, podemos entender por qué es mejor que un bebé tenga experiencias y establezca vínculos de apego con varias personas, por ejemplo, el padre, la madre y abuelos, ya que con cada una tendrá una experiencia diferente de cómo el adulto acudirá en su auxilio cuando lo necesite y cuánto puede confiar en que expresar la angustia producirá una respuesta efectiva del adulto. Esta multiplicidad de experiencias de apego posibles, le otorgan una riqueza mayor de respuestas esperables.

Autora: Lic. María Elena De Filpo Beascoechea
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Fotografía; Mariela De Filpo Beascoechea
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lunes, 1 de febrero de 2016

Influencias recíprocas en las interacciones

                                              
Los seres humanos actuamos sobre nuestro mundo social provocando modificaciones, lo moldeamos, pero también el mundo social nos moldea a nosotros.
La multiplicidad de interacciones entre las personas y su entorno comienza en la niñez temprana. Los niños moldean su mundo y ese mundo los moldea a ellos. Los niños influyen sobre sus padres tanto como los padres influyen sobre sus hijos. Esto está causado por las diferencias individuales de los niños, que provocan diferencias en los modos de actuar de los padres. Podemos verlo claramente en los casos de hermanos, en que sus padres, siendo los mismos, reaccionan de forma diferente e interactúan poniendo en juego características distintas con cada uno de los hermanos, generando cualidades específicas en el vínculo con cada uno.
Por eso, decimos que los hermanos pueden tener distintas madres, aunque éstas sean la misma persona. Para poder mejorar los aspectos de la crianza, los papás y mamás o los cuidadores responsables, verán que, en cada caso, habrá que analizar qué aspectos de su personalidad, carácter o emocionalidad, ponen en juego con cada niño, porque, aunque hagan lo mismo, a cada uno le llegará de diferente manera, y su interacción será necesariamente específica.

Uno de los modos en que contribuimos a mejorar la crianza, en Proyecto Piuquén, es trabajando con los padres, madres o cuidadores responsables, los aspectos relacionados con la historia vincular con sus propios padres o cuidadores. Sumamos a ello, un análisis minucioso de las interacciones madre/padre/cuidador/hij@ y una comprensión más profunda de las influencias mutuas que condicionan respuestas automáticas en algunos casos y más o menos conscientes, en otros. Respuestas que a su vez predisponen al hijo a responder de determinada manera que retroalimenta un circuito de interacciones recíprocas. En este tipo de análisis incursionamos en el nivel de las motivaciones inconscientes, los deseos, las expectativas, los miedos, las angustias, las fantasías.

Autora: Lic. María Elena De Filpo Beascoechea
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Fotografía: Mariela De Filpo Beascoechea
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lunes, 18 de enero de 2016

Atención y aprendizaje en los bebés

                                                         “Se diría que los bebés tienen un apetito voraz por lo inesperado"
                                                                                                                                           Alison Gopnik 
Los bebés van aprendiendo cómo funciona el mundo gracias a su atención a lo nuevo. Cualquier cosa y más aún, algo inesperado, capta la atención de los bebés, q le dedicarán más tiempo de observación que a algo esperado.
Su atención es más exógena que endógena, porque está incentivada por estímulos externos. La posibilidad de elegir focalizar en algo determinado se va desarrollando con los años, es una posibilidad de lograr un control sobre aquello en lo que queremos centrar nuestra atención, que se desarrolla lentamente a lo largo de los años de preescolar. Este control estará regido por sus prioridades interiores más que por los acontecimientos externos, en los niños más mayores. En los bebés y los niños pequeños, es más difícil inhibir las distracciones ya que a diferencia de los adultos, su atención es menos focalizada, por eso los bebés aprenden tanto acerca de cómo funciona el mundo. Toman todos los datos que pueden de la realidad sin seleccionarlos, ya que por ahora no importa qué es importante y qué no, esa selección se hará más adelante. Podemos decir que los bebés son expertos en aprender. A diferencia de los adultos, que tratamos de centrarnos en aquello que nos sea más útil y relevante para nuestra vida, los bebés tienen el imperativo de aprender todo lo que puedan en poco tiempo y les irá mejor prestando atención a todo.
Por eso, no pretendamos que un bebé o niño pequeño, atienda a algo mucho tiempo porque cuando pase a ser conocido o cuando se cruce en su camino algo nuevo o inesperado, será muy normal que desvíe hacia ello su atención. Este conocimiento, aunque parezca muy obvio, nos ayudará en el vínculo y también en el juego con ellos, no volviéndonos insistentes en tratar de “encarrilarlos” en un juego determinado, sino entendiendo que se desviarán, cada vez que les sea posible, hacia otros rumbos, con su específica "distracción" saludable.

Autora: Lic. María Elena De Filpo Beascoechea
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Fotografía: Mariela De Filpo Beascoechea
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sábado, 2 de enero de 2016

¿Por qué se crean los compañeros imaginarios?


Entre los 2 y 6 años se da el apogeo de los compañeros imaginarios y ese período es también cuando los niños crean una psicología cotidiana, es decir una teoría de cómo funcionan sus mentes y las mentes de las otras personas. Comienzan a comprender las relaciones existentes entre los deseos y las creencias, las emociones y las acciones.
¿Cuál es uno de los principios centrales de esta teoría de la mente?
Uno de los principios centrales es que la gente tiene percepciones, creencias,  emociones y deseos diferentes y que de acuerdo a esas diferencias se puede llegar a acciones distintas. O sea,  que las personas se comportan de forma diferentes porque tienen distintos tipos de mentes.
Los amigos imaginarios no son ni una forma de terapia ni una sustitución de los amigos reales. Son muy parecidos a los personajes de ficción adultos y están relacionados con lo que los niños van aprendiendo sobre las otras personas.
La capacidad de poder imaginar mundos posibles está ligada a la capacidad de poder pensar causalmente. 
Los compañeros imaginarios permiten a los niños explorar mundos posibles y realizarlos.
Podemos afirmar que los niños son pequeños científicos que tratan activamente de comprender como funciona el mundo.
Los niños que crean compañeros imaginarios tienen una teoría de la mente más avanzada que otros niños y les gustan las personas. Les agrada pensar en ellas aunque no  estén con nadie.
La creación de estos amigos, reflejan una inteligencia social y emocional que les permite predecir pensamientos, acciones y deseos de los otros y de sí mismos, para saber cómo obrar para lograr un resultado buscado. Esta gama de los posibles mundos, relaciones y experiencias las exploran a través de su vínculo imaginario con estos personajes.

Autora: Lic. Maria Elena De Filpo Beascoechea
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Imagen: M.C.Escher: “Relativity”