lunes, 18 de enero de 2016

Atención y aprendizaje en los bebés

                                                         “Se diría que los bebés tienen un apetito voraz por lo inesperado"
                                                                                                                                           Alison Gopnik 
Los bebés van aprendiendo cómo funciona el mundo gracias a su atención a lo nuevo. Cualquier cosa y más aún, algo inesperado, capta la atención de los bebés, q le dedicarán más tiempo de observación que a algo esperado.
Su atención es más exógena que endógena, porque está incentivada por estímulos externos. La posibilidad de elegir focalizar en algo determinado se va desarrollando con los años, es una posibilidad de lograr un control sobre aquello en lo que queremos centrar nuestra atención, que se desarrolla lentamente a lo largo de los años de preescolar. Este control estará regido por sus prioridades interiores más que por los acontecimientos externos, en los niños más mayores. En los bebés y los niños pequeños, es más difícil inhibir las distracciones ya que a diferencia de los adultos, su atención es menos focalizada, por eso los bebés aprenden tanto acerca de cómo funciona el mundo. Toman todos los datos que pueden de la realidad sin seleccionarlos, ya que por ahora no importa qué es importante y qué no, esa selección se hará más adelante. Podemos decir que los bebés son expertos en aprender. A diferencia de los adultos, que tratamos de centrarnos en aquello que nos sea más útil y relevante para nuestra vida, los bebés tienen el imperativo de aprender todo lo que puedan en poco tiempo y les irá mejor prestando atención a todo.
Por eso, no pretendamos que un bebé o niño pequeño, atienda a algo mucho tiempo porque cuando pase a ser conocido o cuando se cruce en su camino algo nuevo o inesperado, será muy normal que desvíe hacia ello su atención. Este conocimiento, aunque parezca muy obvio, nos ayudará en el vínculo y también en el juego con ellos, no volviéndonos insistentes en tratar de “encarrilarlos” en un juego determinado, sino entendiendo que se desviarán, cada vez que les sea posible, hacia otros rumbos, con su específica "distracción" saludable.

Autora: Lic. María Elena De Filpo Beascoechea
Licencia: todos los derechos reservados
Fotografía: Mariela De Filpo Beascoechea
Licencia: todos los derechos reservados

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