Entre
los 2 y 6 años se da el apogeo de los compañeros imaginarios y ese período es
también cuando los niños crean una psicología cotidiana, es decir una teoría de
cómo funcionan sus mentes y las mentes de las otras personas. Comienzan a
comprender las relaciones existentes entre los deseos y las creencias, las
emociones y las acciones.
¿Cuál
es uno de los principios centrales de esta teoría de la mente?
Uno de
los principios centrales es que la gente tiene percepciones, creencias, emociones y deseos diferentes y que de acuerdo
a esas diferencias se puede llegar a acciones distintas. O sea, que las personas se comportan de forma
diferentes porque tienen distintos tipos de mentes.
Los
amigos imaginarios no son ni una forma de terapia ni una sustitución de los
amigos reales. Son muy parecidos a los personajes de ficción adultos y están
relacionados con lo que los niños van aprendiendo sobre las otras personas.
La
capacidad de poder imaginar mundos posibles está ligada a la capacidad de poder
pensar causalmente.
Los compañeros imaginarios permiten a los niños explorar mundos posibles y realizarlos.
Los compañeros imaginarios permiten a los niños explorar mundos posibles y realizarlos.
Podemos
afirmar que los niños son pequeños científicos que tratan activamente de
comprender como funciona el mundo.
Los
niños que crean compañeros imaginarios tienen una teoría de la mente más
avanzada que otros niños y les gustan las personas. Les agrada pensar en ellas
aunque no estén con nadie.
La
creación de estos amigos, reflejan una inteligencia social y emocional que les
permite predecir pensamientos, acciones y deseos de los otros y de sí mismos,
para saber cómo obrar para lograr un resultado buscado. Esta gama de los
posibles mundos, relaciones y experiencias las exploran a través de su vínculo
imaginario con estos personajes.
Autora:
Lic. Maria Elena De Filpo Beascoechea
Licencia:
todos los derechos reservados.
Imagen:
M.C.Escher: “Relativity”
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