jueves, 17 de noviembre de 2016

Si no quiero un vínculo de laboratorio con mi hijo…

Sabemos muchas cosas actualmente sobre qué es lo mejor para los niños y de qué modo será mejor relacionarse con ellos. Existen muchas páginas y blogs, que dan información y datos que son de gran relevancia para los padres, madres, abuelos, cuidadores. Existen talleres de preparación y formación en crianza que son importantes.

Pero hay un elemento que es primordial: la autenticidad en el vínculo, la experiencia relacional confiable y espontánea. Quiero señalar con esto, que no tendrá el mismo efecto en la crianza, un vínculo con padres, que viven la relación con el hijo de un modo experimental, como estando en un laboratorio permanentemente, disociados entre su modo de vivir, de pensar y de educar, repitiendo frases o teorías a las que adhieren pero que no aplican de modo auténtico, acorde a su modo de ser, a su estilo vincular, a sus modos internos de relación, que aquellos que sepan de sí mismos y de sus motivaciones más íntimas. Para que los adultos encargados de la crianza puedan dejar de estar disociados, es importante el trabajo interno, como decíamos en posts anteriores, analizar los propios modelos de apego y relacionales de los padres, madres, cuidadores, y las características de sus hijos. De este modo podrán desplegar una experiencia vincular a medida de cada unidad relacional y seguramente podrá ser más placentera. 

Lic. María Elena De Filpo Beascoechea
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Ilustración: "El saber científico", de Harriet Moore
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