Los bebés dependen completamente de los cuidados
del adulto. Es muy importante para ellos comprender cómo funciona el cuidado.
Así como veníamos diciendo en spost anteriores, que
los bebés van aprendiendo a lo largo de la experiencia, que las personas actúan
de diferente manera porque hay distintas mentes, así también, van desarrollando
modelos de funcionamiento interno de cómo les van a responder las personas. Son
los mapas causales del cuidado.
Los bebés seguros, aprenderán por la experiencia,
que el adulto acudirá en su ayuda para hacer que se sientan mejor, porque sus cuidadores habrán respondido rápidamente consolándolos cuando estuvieron tristes.
Los bebés que llamamos evitativos o evasivos,
aprenderán a no causar problemas al adulto y por tanto tratarán de no expresar
la angustia, porque sus cuidadores probablemente no han reaccionado con consuelo a la angustia del bebé.
Los bebés ansiosos, dudan de la efectividad de la
conducta adulta para calmarlos porque probablemente sus cuidadores han respondido con mucha angustia ellos mismos ante la angustia del bebé. Por todo ello, es tan importante la información que el
bebé va adquiriendo sobre la gente que lo rodea.
Estos aprendizajes se darán por tener madres,
padres o cuidadores con determinadas capacidades parentales y características
para vincularse que dependerán también de sus propios esquemas referenciales,
experiencias con sus cuidadores y el tipo de apego que han desarrollado. Por ello
decíamos anteriormente, que es interesante el trabajo sobre los modelos de
apego de los cuidadores para mejorar la crianza. Cuidadores que respondan más o
menos rápidamente o efectivamente a las señales de angustia del bebé,
proporcionarán una experiencia diferente que hará que un bebé tenga un tipo de apego seguro,
evitativo o ansioso con ese cuidador, y un tipo de apego diferente al que mantenga con otra persona significativa.
Con esta información, podemos entender por qué es
mejor que un bebé tenga experiencias y establezca vínculos de apego con varias
personas, por ejemplo, el padre, la madre y abuelos, ya que con cada una tendrá
una experiencia diferente de cómo el adulto acudirá en su auxilio cuando lo
necesite y cuánto puede confiar en que expresar la angustia producirá una
respuesta efectiva del adulto. Esta multiplicidad de experiencias de apego posibles, le otorgan una riqueza mayor de respuestas esperables.Autora: Lic. María Elena De Filpo Beascoechea
Licencia: todos los derechos reservados
Fotografía; Mariela De Filpo Beascoechea
Licencia: todos los derechos reservados
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